EL HOJALATERO

Muestra los trabajos en hojalata muy utilizados antiguamente en utensilios de cocina y otros menesteres.

El hojalatero con mirada experta analiza concienzudamente el cacharro a reparar.

Lo primero que hace es sanear la parte picada, para lo que se vale de una lima basta hasta dejar lustroso y brillante los bordes del agujero; luego saca un rudimentario pincelillo impregnado en ácido clorhídrico, previamente rebajado diluyendo en él trocitos de chapa de cinc, y con el cual humedece la parte saneada. Después coge uno de los soldadores del fuego, lima suavemente el filo del cobre por ambos lados y le da una pasada .

Con el soldador limpio y casi al rojo vivo en una mano y la barrita de estaño en la otra, los acerca a la parte averiada del cacharro derritiendo sobre ella unos goterones de estaño que va extendiendo cuidadosamente con el soldador hasta cubrir el agujero; si éste es muy grande recorta con las tijeras un trocito de hojalata que suelda en el mismo a modo de remiendo.